Perder a un recién nacido o a un bebé que se estaba esperando, es una experiencia sobrecogedora y con elevado impacto emocional. Este duelo perinatal puede resultar una vivencia traumática.
Para poder transitar esta pérdida gestacional, es necesario abordar el dolor del duelo. Esta pérdida suele ser una pérdida silenciada, que no se comparte y que resulta difícil de elaborar, sin recibir un tratamiento emocional para el duelo.
Cuando se experimenta una pérdida perinatal o neonatal, así como cuando llega un embarazo después de haber sufrido una pérdida, conlleva un desequilibrio emocional difícil de digerir. Mientras que recibiendo ese acompañamiento y apoyo en el duelo perinatal, podemos transitar este proceso y reprocesar la vivencia traumática.
Esto también sucede cuando se lleva a cabo una Interrupción Voluntaria del Embarazo siendo habitual experimentar gran vacío, culpa, verguenza o tristeza, que en ocasiones es difícil de explicar. Pero que acudiendo a terapia para duelo perinatal podemos darle lugar a esas emociones y reparar el daño experimentado.
Estos sentimientos pueden pasar inadvertidos en un principio y puede que sea más tarde cuando aparezca un profundo malestar. Por ello, vamos a proporcionarte un espacio libre de juicios, donde puede expresar lo que supuso para la interrupción del embarazo y la vivencia de la pérdida.