Depresión postparto: cómo identificarla y tratarla a tiempo

La llegada de un bebé es una experiencia muy intensa, que implica muchos ajustes y cambios. Aunque se espera que sea un momento de alegría, para muchas mujeres también puede ser un periodo con muchos altibajos, lleno de retos físicos pero también emocionales. Una de las dificultades más comunes, pero menos habladas, es la depresión postparto, por ello, es importante poder identificarla y tratarla a tiempo. Abordarla desde una perspectiva de psicología perinatal y compasión es clave para garantizar el bienestar de la madre y el bebé.

A lo largo de este artículo vamos a hablar sobre qué es la depresión postparto, y te explicaremos en que consisten los factores de riesgo pero también de protección.

¿Qué es la depresión postparto?

La depresión postparto es un trastorno del estado de ánimo que afecta a las mujeres tras el nacimiento de su bebé. En muchas ocasiones se confunde o se minimiza, debido a que conlleva patrones de comportamiento y de pensamiento que a nivel social son categorizados como «no ser buena madre». Es decir, la depresión postparto va más allá de la «tristeza posparto» o baby blues, que es una condición temporal y leve que afecta hasta al 80% de las madres en los primeros días tras el parto. Sin embargo el baby blues, suele desaparecer en unas semanas, mientras que la depresión posparto persiste y puede intensificarse si no se trata.

Pero no olvidemos que la depresión postparto no es una señal de debilidad ni una falta de amor hacia tu bebé. Se trata de una condición médica que puede ser causada por una combinación de factores hormonales, psicológicos y sociales. Y es que aproximadamente el 15% de las madres recientes experimentan depresión posparto. Ademas esta condición no solo afecta a las madres, sino que tambien puede afectar a los padres y cuidadores.

¿Cómo se si tengo depresión postparto?

Es importante distinguir entre los cambios emocionales normales del posparto y los signos de una depresión que requiere atención profesional. Los síntomas más comunes incluyen:

  • Cambios emocionales: Sentimientos persistentes de tristeza, desesperanza o vacío. También pueden aparecer irritabilidad o episodios de llanto sin motivo aparente.
  • Falta de interés o placer: Pérdida de interés en actividades que solían ser placenteras, incluida la interacción con el bebé o los momentos de disfrute con el entorno
  • Dificultades para concentrarse, tomar decisiones o recordar cosas.
  • Fatiga extrema: Sensación de agotamiento constante que no mejora con el descanso.
  • Cambios en el sueño y apetito: Insomnio o, por el contrario, exceso de sueño. Pérdida de apetito o comer en exceso.
  • Culpabilidad y autoestima baja: Sentimientos de inutilidad o culpa, como pensar que no se es una «buena madre».
  • Pensamientos recurrentes de daño: En casos graves, pueden surgir pensamientos sobre dañarse a sí misma o al bebé, lo que requiere intervención inmediata.

Si estos síntomas persisten más de dos semanas y afectan la capacidad para cuidar de una misma o de su bebé, es crucial buscar ayuda profesional, sobre todo para poder paliar esos síntomas.

Factores de riesgo

Aunque cualquier madre puede desarrollar depresión posparto, algunos factores aumentan el riesgo de poder padecerla. De esta manera teniendo presentes los factores que pueden aumentar ese riesgo, podemos prevenirlos y sobre todo tenerlos presentes de cara al momento del parto, para poder reducirlos. Algunos de esos riesgos son:

  • Historial personal o familiar de depresión o ansiedad.
  • Complicaciones durante el embarazo o el parto.
  • Falta de apoyo social o problemas en la relación de pareja.
  • Estrés relacionado con el cuidado del bebé o preocupaciones financieras.
  • Cambios hormonales drásticos tras el parto.

Cómo tratar la depresión postparto

El tratamiento temprano es fundamental para la recuperación. Abordar la depresión posparto desde una perspectiva de psicología perinatal implica tener en cuenta las necesidades que cada una de las madres y bebés tienen pero de forma individualizada. Algunas estrategias efectivas incluyen:

1. Terapia psicológica especializada

Es fundamental poder realizar psicoterapia online o presencial sobre todo porque es desde ahí desde donde vas a poder trabajar los patrones de pensamientos negativos e intrusivos que en el fondo son los que contribuyen en esa depresión postparto.

Además es importante poder trabajar junto con la red de apoyo y poder generar relaciones seguras y sanas de forma que podamos sentirnos respaldadas y recogidas. No olvidemos que la depresión postparto aparece después del parto, por lo que a todas las creencias negativas que aparecen solo por la parte de la depresión, se le une la soledad de la maternidad. Por ello, necesitamos potenciar la red social para dejar de reforzar dichas creencias.

La depresión postparto conlleva una serie de emociones que en ocasiones son muy complejas de gestionar, tristeza, culpa, desesperación, miedo o ansiedad… Y es que todas ellas tienen una función muy clara, que es podernos proteger ante la nueva situación que supone la maternidad. La maternidad reconfigura nuestro sistema de valores y por lo tanto necesitamos poder ajustarlos para rebajar esa culpabilidad.

2. Apoyo social grupal

El apoyo de la familia, amigos, pero sobre todo de grupos de madres es fundamental. Sobre todo en los que se pueda hablar sin juicios sobre la maternidad, sobre las dificultades que implica el maternaje, sobre las emociones y compartir experiencias puede reducir el aislamiento y normalizar los sentimientos que surgen durante el posparto. Sentirnos respaldadas y poder ver de forma tangible que los miedos y preocupaciones no son exclusivos nuestros, nos ayuda a poder ser mas compasivas con nosotras. Pero sobre todo a poder enfrentarnos a esa depresión postparto desde una perspectiva mas cuidada.

3. Medicación

En casos moderados o graves, los antidepresivos pueden ser necesarios, no te olvides que estos antidepresivos no puedes autoadministrártelos, es fundamental que puedas acudir a un profesional, o bien tu medico de cabecera, tu matrona o tu psiquiatra para que pueda facilitarte el tratamiento que mas se ajuste a ti. No todas las madres recurren a los mismos métodos de alimentación, ni tienen las mismas necesidades respecto al nivel de alerta que tienen que mantener, por ello, es fundamental que la pauta la administre un profesional.

4. Prácticas de autocuidado

El autocuidado nos permite desarrollar una relación con nosotras mas sana y mas consciente. De esta manera, necesitamos poder generar espacios en los que podamos estar solas con nosotras, realizando actividades o permitiendonos parar. De forma que nos acerquemos mas a ese momento de tranquilidad. Algunas de estas prácticas de autocuidado son:

  • Priorizar el descanso siempre que sea posible.
  • Mantener una alimentación equilibrada.
  • Poder realizar pequeñas acciones que te recarguen de energía. Por ejemplo, poder tomarte un cafe al sol, poder dar un paseo consciente con tu mascota, poder colorear o hacer manualidades.
  • Escucharte a ti misma, poder preguntarte ¿Que me vendría bien a mi ahora?
  • Leer un libro que te guste.
  • Incorporar actividad física suave, como caminatas o yoga posparto.
  • Poder invertir tiempo en realizar técnicas de autocuidado físico, como poder hacerte el skincare, darte una ducha o baño con aceites esenciales, poder darte un masaje.
  • Practicar la meditación o ejercicios de respiración consciente.

Cómo podemos protegernos para no desarrollar depresión postparto

La prevención también juega un papel clave en el bienestar emocional de las madres. Algunas estrategias para reducir el riesgo incluyen:

  • Prepararse emocionalmente: Durante el embarazo, asistir a talleres de psicología perinatal o terapia para poder trabajar los miedos pero sobre todo las expectativas.
  • Crear una red de apoyo: Hablar con amigos, familiares y profesionales sobre cómo pueden ayudar tras el nacimiento del bebé.
  • Dormir lo suficiente: Aunque es desafiante, dormir cuando el bebé duerme puede ser vital para mantener un equilibrio emocional.
  • Establecer límites: No temer pedir ayuda y delegar responsabilidades a la pareja o familiares.
  • Conocer los síntomas: Estar informada sobre la depresión posparto facilita la identificación temprana y la búsqueda de ayuda.

La importancia de no olvidarnos de cuidar de la mama tras el parto.

En muchas ocasiones cuando se da a luz, tendemos a centrar nuestra atención en el bebe, dejando el bienestar de la mama relegado a un segundo plano. Y no olvidemos que el cuidado de la madre es directamente cuidar del bebe, ya que el desarrollo emocional, físico y cognitivo del bebe depende de cómo se encuentre la mama.

Una madre que se siente apoyada y cuidada tiene más herramientas para responder a las necesidades de su bebe siempre entendiendo que la seguridad para poder construir un vínculo seguro y sano con ese bebe. Además, el vínculo madre-bebé se fortalece cuando la madre está emocionalmente disponible.Por ello, priorizar la salud mental de la madre no solo beneficia a la mujer, sino que también crea un entorno más seguro y enriquecedor para el bebé. El cuidado de la madre debería ser visto como una inversión en el bienestar de toda la familia.

Conclusión

La depresión posparto es una condición tratable, pero es fundamental reconocer sus signos y buscar ayuda a tiempo. Desde un enfoque de psicología perinatal, es posible acompañar a las madres con cuidado, empatía y herramientas efectivas para superar este desafío. Si tú o alguien cercano está atravesando esta situación, recuerda que no estás sola y que existen recursos y profesionales dispuestos a ayudarte en el camino hacia el bienestar.

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